El refugio, ubicado en las calles Combate de Monte Santiago y Castillo del barrio Viplastic, tiene nombre propio y se lo debe a “Perita” el chofer de la mencionada empresa de ómnibus que con su carisma, responsabilidad y alegría se ganó el corazón no solo de los pasajeros sino de sus compañeros de ruta que lo acompañaron hasta su última vuelta antes de jubilarse.
Fue a través de la ordenanza N° 13.447 que el Concejo Deliberante de Almirante Brown lo declaró personalidad destacada del transporte público municipal y le impuso el nombre de Rubén a la parada situada precisamente donde termina el recorrido de la línea, para distinguirlo por su trabajo y además recordarlo.
“Nos alegra poder reconocer a nuestros vecinos y vecinas por la labor y el rol que cumplen en nuestro distrito, cada uno desde su lugar, como lo hizo Rubén que es un ejemplo y demostró un gran espíritu de servicio hacia la comunidad, en particular a sus compañeros y a los que diariamente utilizaban su colectivo para transportarse”, señaló al respecto el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
Durante el acto de imposición del nombre al refugio, "Perita" recibió con emoción y alegría una copia de la normativa que lo reconoce. Fue una jornada inolvidable que contó con la presencia del presidente del legislativo local, Nicolás Jawtuschenko, la delegada de Longchamps, Valeria Soria, además de familiares, vecinos y allegados.
También participó Mabel, vecina del barrio Viplastic que junto a otros vecinos del lugar articularon con el Municipio para promover el reconocimiento del querido chofer. Al respecto, vale mencionar que cientos de vecinos fueron los que acompañaron con su firma la propuesta para el homenaje.
Rubén Osvaldo Herrero, más conocido con el apodo de “Perita” reside en la localidad de Glew desde hace más de 40 años. Es casado y tiene tres hijos.
Le dedicó 32 años de su vida a la profesión de chofer, la que abrazó desde siempre con cariño, entrega, gratitud y compromiso. Recorrió con su colectivo diferentes barrios de Longchamps. Prestó un servicio que lo hizo merecedor del reconocimiento de todos los que lo conocen.
Tanto así que en su último día de trabajo, vecinos, amigos y pasajeros se reunieron para agasajarlo y agradecerle.
Hoy “Perita” tiene una parada con su nombre y no solo eso, también un mural, ubicado detrás del refugio, con la imagen de su fiel compañero con ruedas y la frase “Mi última vuelta, me jubilo”, el texto del cartel que el propio e histórico chofer exhibió para despedirse.
Fuente: (Zona Sur Diario)
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