El prófugo, Gabriel Ezequiel Santos Rosa, de 32 años, se encontraba en el sector del calabozo, en la última celda, a la espera de su traslado a otra dependencia policial. La fuga dejó dos candados violentados: el de su celda y el de la puerta de entrada, informaron fuentes policiales.
La gravedad del incidente llevó al magistrado a convocar a Asuntos Internos y ordenar la detención del comisario y la oficial implicados.